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martes, 16 de diciembre de 2014

Cumpleaños

¡Los Cumpleaños: Una Fiesta de Risas, Pasteles y Caos!

Ah, los cumpleaños. Ese día del año donde el caos se viste de fiesta, las velas arden como si estuviéramos invocando dragones, y la torta se convierte en un campo de batalla para niños y adultos por igual. Si alguna vez has estado en una fiesta de cumpleaños, ya sabes que es como si el universo hubiera decidido mezclar payasos, azúcar y pequeñas explosiones de confeti en un solo evento. ¡Es pura diversión… o un desastre épico, según cómo lo mires!

El Gran Mito de la Sorpresa

¡Oh, sí! La "fiesta sorpresa". Como si el cumpleañero no pudiera darse cuenta de que algo raro está pasando. ¿Por qué está toda su familia escondida detrás del sofá, respirando como Darth Vader en plena guerra estelar? Y cuando llega el momento, saltan con el "¡SORPRESA!" y el pobre cumpleañero se queda pensando: "¿Debería estar agradecido o llamar a la policía?". Las sorpresas de cumpleaños son como los fuegos artificiales: impresionantes, pero a veces un poco peligrosas.

El Pastel: Un Experimento Científico con Azúcar

Llegamos al punto clave de cualquier cumpleaños: el pastel. Esa cosa que parece haber sido diseñada por un ingeniero loco, con capas de azúcar, crema, y más azúcar. Un cumpleaños sin pastel es como un superhéroe sin capa, ¡simplemente no funciona! Pero, seamos honestos, más de la mitad del pastel termina en la cara de alguien o, peor aún, en las narices de la abuela.

Y las velas... ¿Por qué seguimos haciendo que los niños soplen sobre la comida de todos? Literalmente soplan como si estuvieran apagando incendios forestales, esparciendo sus microbios sobre el glaseado que todos están por devorar. ¡Feliz cumpleaños a todos, ahora tenemos una piñata de gérmenes!

La Piñata: El Deporte Extremo Infantil

Hablando de piñatas, ese invento debe haber sido creado por alguien que quería mezclar los deportes extremos con la gula infantil. Le das un palo a un niño con los ojos vendados y le dices que golpee algo colgado del techo mientras otros niños se amontonan debajo esperando que caiga una avalancha de dulces. ¿Qué podría salir mal? ¡Todo! Siempre hay un primo que termina con un moretón y un tío que insiste en que él debería tener una oportunidad con el palo.

Los Regalos: ¡Sorpresas o Bromas!

Los regalos son la otra joya del caos cumpleañero. Esos paquetes envueltos con la delicadeza de un terremoto, que el cumpleañero abre con la expectativa de encontrar su juguete soñado… ¡hasta que encuentra calcetines con formas de patos! Y es que, aunque el objetivo es celebrar al cumpleañero, los regalos a veces parecen una broma de mal gusto. ¿Qué puede ser mejor que regalarle a un niño una trompeta para torturar a sus padres los próximos 364 días? ¡Nada! Y los tíos lo saben.

El Baile de Cumpleaños: Coreografía del Caos

En algún momento de la fiesta, la música se enciende y los niños se lanzan al piso como si estuvieran participando en una versión infantil de “Bailando con las Estrellas”. Los adultos intentan unirse, pero terminan pareciendo más como pingüinos en una pista de hielo. Sin embargo, lo que le falta de elegancia, lo compensan con entusiasmo. Y luego llega el momento en que algún tío decide hacer el "baile del robot", y bueno… ahí es cuando realmente se desata el espectáculo.

El Aftermath: Limpiar Como si Hubiera Pasado un Huracán

Al final del día, cuando las risas han disminuido, las energías se han agotado y la abuela ha sobrevivido al pastel en la cara, llega la peor parte: limpiar. Hay confeti en lugares donde no debería haber confeti. Hay globos que han dejado su rastro por todas partes. Y la torta… bueno, la torta está pegada en la alfombra, en la mesa, y probablemente en la mascota. ¡Pero todo valió la pena!


En resumen, los cumpleaños son una celebración de todo lo que es caótico, delicioso y, a veces, un poco pegajoso. Son días llenos de risas, sorpresas (buenas y malas), y recuerdos que a menudo incluyen un poco de desastre. Y aunque termines exhausto y cubierto de glaseado, no hay mejor manera de recordarte que, al menos por un día, la diversión es la verdadera reina de la fiesta. ¡Feliz cumpleaños, y que la piñata no te golpee de vuelta!

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